La estructuración patrimonial está plagada de fábulas, sentencias que se repiten sin sustento, sin conocimiento real o con la intención de desacreditar prácticas totalmente legales, que buscan proteger el patrimonio de las familias.
En este texto, compartimos con ustedes cinco de estos mitos (y la realidad detrás de ellos).
1. La Planificación Patrimonial es para ricos
Falso. Sólo basta con poseer algún bien o activo para poder planificar. Las herramientas de estructuración sirven para cualquiera que quiera proteger esos bienes, mitigar riesgos, lograr privacidad o reducir cargas impositivas, entre otros fines.
2. Los que estructuran el patrimonio buscan evadir impuestos
Falso. Reducir las cargas impositivas puede ser uno de los objetivos de la planificación, algo que no implica evasión fiscal. De todos modos, no es el objetivo más habitual ni es siempre posible. La estructuración patrimonial puede resolver cuestiones sucesorias (para saber quién va a heredar cada bien), de organización del patrimonio (para resolver temas vinculados a ensambles familiares, dependencia económica, problemas de salud) y también definir consecuencias tributarias.
3. Si planifico, pierdo el control de mis bienes
Falso. Si bien hay estructuras patrimoniales muy puntuales donde eso ocurre, son las menos y aplica en casos específicos. En general, con la estructuración de patrimonios no se pierde el control de los bienes. Por eso es importante asesorarse bien, con especialistas, antes de planificar.
4. Trasladar parte de mi dinero al exterior es ilegal
Falso. Poseer activos propios en otros países no afecta la legalidad de la estructura, y puede en ocasiones ser beneficioso por la seguridad jurídica y desde el punto de vista impositivo.
5. Tener una sociedad en una jurisdicción offshore es ilegal
Falso. No es ilegal ni está prohibido. Los denominados ‘paraísos fiscales’ pueden ser beneficiosos por cuestiones de privacidad, seguridad jurídica e incluso –no en todos los casos– de carga impositiva, pero su utilización no implica ilegalidad.
La planificación patrimonial es un asunto que puede interesar (y debería, estructure o no su patrimonio) a cualquier persona que posea bienes, ya sea por temas sucesorios, organización familiar, optimización de recursos, búsqueda de mayor seguridad o mitigación de riesgos, entre otras razones.
Nuestro consejo: más que confiar en frases hechas, en “mitos”, informarse con profesionales para poder tomar decisiones correctas.